. Comments
“Si no os gusta estudiar habéis elegido mal vuestra profesión”… de esta forma tan lapidaria empezó una clase uno de mis profesores. No recuerdo quién fue, pero os puedo asegurar que la frase de marras se me quedo grabada a fuego. Aunque mirándolo con perspectiva creo no siempre la he aplicado correctamente…
Al principio creía que se trataba de seguir leyendo libros al más puro estilo académico para seguir formándome en las nuevas tecnologías que iban surgiendo. Por aquel entonces trabajaba como administrador de sistemas y me di cuenta que aprendía mucho más en “las cenas de los martes” escuchando a los gurus de la scene Zaragozana que en los libros de seguridad informática que devoraba (quedaban obsoletos en el momento de su publicación). Así que deje de comprarme libros y centré mis esfuerzos en las listas de correo, foros y blogs.
Programaba pequeñas herramientas de seguridad que me guardaba para mi (no fuera a ser que los hackers encontraran alguna vulnerabilidad y la usaran en mi contra) y eso que usaba Linux y me declaraba defensor del software libre.
Poco a poco fui adentrándome en el mundo de la programación. Hice algún cursillo y traté de sacarme alguna certificación pero estos métodos no acababan de convencerme, así que el código fuente de otros se convirtió en mi material de estudio, pero seguía teniendo miedo a exponer mis programas. En un ataque de valentía mandé algunos de parches a alguna de las librerías que usaba, y para mi sorpresa ¡los aceptaron! así que poco a poco me fui animando y empecé a compartir mi código.
Cuando empecé a programar Android empecé a devorar vídeos de charlas y eventos. En una de ellas animaban a los programadores a salir de su cueva… fue entonces cuando conocí a la gente de Cachirulo Valley y Agile Aragon y empecé a asistir a sus eventos. Esto me bajo del pedestal al que yo solo me había subido y me hizo ver que a mi alrededor había verdaderos cracks dispuestos a compartir sus conocimientos de forma altruista… bueno de forma altruista no, porque ellos recibían igual que daban… Y decidí que yo también quería formar parte… y ese fue mi punto de inflexión, el momento en el que me sentí un verdadero profesional.
Han pasado ya unos cuantos años de esto y no he dejado asistir y organizar eventos, esa sensación de mejora continua no ha desaparecido y no he dejado de sorprenderme.
Sin ir mas lejos, el pasado sábado nos juntamos para celebrar el code retreat de este año y Nando Sola (que había venido de propio desde Madrid para ejercer de facilitador) me sugirió que hiciera una iteración con Manuel Rivero (que se había venido de propio desde Barcelona para mezclarse con otros programadores). El ver su solución diametralmente opuesta a la mía me hizo “saltar la cabeza” descubriéndome un montón de nuevos caminos para explorar.
La retro que hicimos al final me inspiró este artículo con el que quiero agradecer a tod@s los que de una manera u otra me habéis o estáis ayudando a evolucionar. Sólo puedo deciros: GRACIAS, MUCHAS GRACIAS
Pero también quiero animarte a ti a que pruebes a salir de tu cueva, mézclate, asiste a los eventos de tu localidad, y si no hay comunidad… pues la creas tú. Seguro que no te arrepientes.
Nos vemos en el próximo evento ;)
PD: si todavía te lo estas pensando… te recomiendo que te veas este vídeo