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Desde pequeño me han apasionado los aviones y en especial los planeadores. Mi hobby principal era el aeromodelismo, tenía un "Escuela" (un planeador RC de entrenamiento de 2m de ala) que había construido pieza a pieza a partir del plano, dedicaba horas y horas a diseñar y construir nuevos aviones con mi amigo Andrés. Gastaba mis propinas en revistas de aviación y si me preguntabas te decía que de mayor iba a ser piloto.
Pero para ser piloto o entrabas en el ejercito (cosa que no estaba dispuesto a hacer) o necesitabas mucho dinero (cosa que no tenía), así que me quedé con las ganas y me convertí en programador ;)
Pero el gusanillo sigue ahí. Por eso cuando este año mi chica y mis hijos me regalaron un vuelo en planeador por mi cumpleaños me hicieron el mejor regalo que podían hacerme. El mejor regalo porque aprecio el esfuerzo que ha hecho mi chica (ella tiene pánico a volar y tuvo que dejar a un lado sus miedos), el mejor regalo porque mi hermica me dejó estrenar su go cam pro para que pudiera grabarlo, el mejor regalo porque está pensado especialmente para mi, el mejor regalo porque es algo que nunca olvidaré.
Y es que cada vez estoy más convencido que los mejores regalos son las experiencias, esas que fabrican recuerdos de los que consiguen hacerse un sitio en tu cabeza y se quedan para siempre (como el nacimiento de tus hijos, el primer viaje en caravana, las primadas, esas excursiones por los Pirineos...). Son cosas que no se rompen o pierden, cosas que no se pueden pagar con dinero.
Por eso, a nuestros hijos tratamos de regalarles experiencias continuamente, para que puedan disfrutar nuestros regalos con solo cerrar los ojos y recordarlas :)
Así que ya sabéis Familia, GRACIAS por vuestros regalos :)