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Mi calle está presidida por un sauce llorón. En sus mejores tiempos sus ramas cubrían todo el ancho de la calzada, creando un tunel por el que daba gusto pasar. Pero de un tiempo a esta parte alguna de sus ramas han comenzado a enfermar: poco a poco han ido perdiendo sus hojas y sus ramas se han debilitado, con lo que cualquier ráfaga de viento las rompe.
No se me ocurre una metáfora mejor para describir lo que desde mi punto de vista está pasando en nuestro país:
La savia que corre por nuestras venas está envenenada. Envenenada de miedo y pesimismo que nuestro tronco (los poderes políticos, mediáticos, económicos…) se encargan de distribuir a todas las ramas (familias, tribus o grupos de personas) que a su vez lo hacen llegar a las hojas (indivíduos) paralizándolos hasta que se secan y caen.
Con este panorama lo único que podemos hacer es injertar ramas nuevas, con savia nueva que se encarguen de regenerar el árbol. Esta savia regeneradora debe estar compuesta de optimismo, solidaridad, compromiso, sinceridad y tantos otros valores… Debe ser una savia transparente, accesible para tod@s.
Está claro que nadie se va a ocupar de hacer estos injertos (y menos nuestros actuales dirigentes) por lo que deberemos ser nosotros los que nos encarguemos de ellos a todos los niveles. Cada uno de nosotros puede ser el esqueje de una nueva rama sana que contagie a las de alrededor.
Yo por lo menos hace un tiempo que tomé la decisión de despertar y empezar a actuar. Y no digo que la cosa esté bien, al contrario creo que está bastante mal (pero no tan mal como nos quieren hacer creer), pero prefiero intentar hacer algo (dentro de mis posibilidades) a quedarme quieto a verlas venir.
He dejado de juntarme y mirar a las ramas moribundas y centrarme en las verdes o aquellas hojas marrones a las que creo que puedo ayudar a recobrar su color. Estoy cansado mentiras, actitudes derrotistas y falsedades. Necesito a mi alrededor actitudes positivas, creativas y luchadoras.
Por eso, cuando me invitaron a participar en unutopia no me lo pensé dos veces y me apunté sin pensarlo. Y seguro que os preguntáis ¿que es unutopia?… pués para seros sincero llevo dos semanas tratando de terminar este artículo, y cualquier definición que escribo se queda corta.
Solo os diré que después de parar un fin de semana inolvidable con una treintena de personas de lo más interesante he vuelto sintiéndome una de las hojas más verdes del árbol, con una sabia renovada. Pero lo mejor de todo, he visto que no estoy solo, que hay más hojas como yo con ideas muy interesantes. Entre todos hemos sentado las bases lo que puede ser un esqueje de los buenos.
Solo me queda decir a tod@s los unutópicos: GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS… es un honor andar este camino con vosotr@s
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La foto de grupo es de Amalia, tienes más fotos unutopicas en su flickr